viernes, 31 de diciembre de 2010

Mi división favorita (II parte): Un invierno escocés



En el verano de 1940 la 51st Highland Division era en el ejército británico como esa hija casquivana de buena familia que ha cometido un desliz con el mozo de cuadra. Las demás divisiones que habían ido a Francia habían conseguido volver, en cachitos de diferentes tamaños, pero vuelto a fin de cuentas y, por exigencias obvias del guión, estaban siendo reconstruidas. Pero ciertos detalles habían complicado el caso de la 51st.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Oui, mais, qu'y avait-il vraiment de la France dans le pantalon rouge?



El garance, el emblemático pantalón rojo de la infantería de línea francesa, sigue siendo el pantalón más famoso de la Historia Militar, principalmente porque se le atribuye la muerte de decenas de miles de soldados franceses en agosto de 1914. Lo que, de ser cierto, convertiría a un pantalón en uno de los mayores genocidas de la historia europea moderna.

sábado, 23 de octubre de 2010

Mi división favorita



Muchos años después, deambulando por Google, topé por accidente con el cuadro que abre esta entrada. La escena se me hizo inmediatamente familiar. La carga de los Highlander en la primera noche de El Alamein es una escena bien digna de ser representada, después de todo, y lo ha sido, por su dramatismo e importancia, en muchas ocasiones y diferentes formatos. Pero yo ya había visto aquello, exactamente ese momento que se ve en el cuadro, antes. Mucho antes.

miércoles, 30 de junio de 2010

Espera... ¿eso lo he pensado o lo he dicho en alto?




Resulta irónicamente apropiado que el general que iba a sacarnos a todos del lío este en Afganistán a base de buen rollete, corazones y mentes y mucha mano izquierda haya acabado colgando en el secadero por no recordar que en lo tocante a mantener a todos contentos y bien dispuestos hacia la misión el más importante al que había que mantener bien dispuesto era a su jefe.

viernes, 18 de junio de 2010

Una batalla como las que ya no se hacen



195 años hace exactamente hoy de Waterloo. Una batalla como dios manda. Con la gente bien vestida, las banderas al viento, tambor batiente y los oficiales por delante, que se les vea bien. Ni agujeros en el suelo, ni un solo uniforme a la vista que no sea de alguno de los colores primarios, sin civiles de por medio, ni armas inteligentes, ni chorradas asimétricas de esas.

lunes, 7 de junio de 2010

Ey tío, ¿qué te ha pasado?, tú antes molabas...


Viendo las imágenes del asalto, por llamarlo de alguna manera, al Mavi Marmara te cuesta creer que los tipos que lo han llevado a cabo sean los mismos, o parientes, ni siquiera lejanos, de los que cruzaron media África para liberar a los rehenes de Entebbe, o de los que estuvieron en el Paso de Mitla, los de la Granja China o de los que tomaron Beaufort.

lunes, 31 de mayo de 2010

La batalla más encarnizada
de la Segunda Guerra Mundial



En diciembre de 1941 Brisbane, una ciudad australiana de provincias de lo más anodino, estaba viviendo el acontecimiento más emocionante desde su fundación: un pánico de invasión. Si los japoneses no podían ser detenidos en Malasia, Indonesia o islas adyacentes –y el resultado hasta el momento de esos partidos parecía indicar que estaba crudo que fueran a serlo–, Australia podía convertirse, muy fácilmente, en la primera isla de cierto tamaño habitada por anglosajones en ser invadida desde los tiempos de la bayoneta de cubo.

miércoles, 14 de abril de 2010

Quijotes del Vístula

(No, no vamos a hablar de la carga contra los panzer)


Si hay una historia triste en la Segunda Guerra Mundial –y hay muy pocas de otro tipo en la Segunda Guerra Mundial–, esa es la de los polacos. Incluso para una nación acostumbrada a ser desmembrada y vuelta a armar cada dos o tres generaciones, la historia de Polonia entre 1939 y 1948 alcanza cotas de tragedia varios grados de magnitud por encima de la media.

lunes, 22 de marzo de 2010

Nuestro hombre en La Coruña (y II):

Muerte de un funambulista


Escondido en el convento de Santo Domingo, Filangieri pasó la noche del 30 de mayo de 1808, el muy ilustrado hideputa, rezando con recién redescubierto fervor. Difícil saber si lo que más le inquietaba era el papelón de haber perdido el mando de su incumbencia, o el que desde la ciudad, en manos de la anarquía, no llegase apenas ruido de anarquía. Lo que seguro que le pedía al niño Jesús era que no le viniesen a buscar.

sábado, 13 de marzo de 2010

Conozcan al verdadero Coronel Trautman


Mandíbula litoforme, inconfundibles rasgos anglosajones, solapa cargada de metal. El parecido es notable. Si no fuese por esa mirada de lobo estepario algo melancólico que Richard Crenna nunca podría imitar. El de la foto es Robert L. Howard. Coronel (retirado) del U.S. Army, Fuerzas Especiales. Medalla de Honor del Congreso y otras 7 inferiores al valor. El soldado norteamericano más condecorado de la segunda mitad del siglo XX.

martes, 23 de febrero de 2010

La triste saga del F-22 (I parte):

Y estábamos tan agustito…


Hará cosa de un mes que voló el primer prototipo del PAK FA, Sukhoi T-50, el quinta generación ruso. O sea la respuesta rusa, y no sindicada, al F-22 Raptor, el avión de combate más caro de la historia. Con un costo total del programa Raptor que ronda los 65 billones de dólares uno podría esperar haber comprado algo más que 10 años de supremacía aérea por ese dineral.

sábado, 6 de febrero de 2010

Nuestro hombre en La Coruña (I parte):

Bailando en el Alambre


Intentemos describir esta escena como lo haría Arturo Pérez-Reverte:
"D. Antonio Filanghieri, 35 años de servicios a España entre pecho y espalda, soltó una de esas maldiciones napolitanas que no hacía falta entenderlas para que le pusieran el mostacho tieso incluso a un tipo tan bragado como era Joaquín Murat, en aquel momento, a todos los efectos, rey de España. Porcaputanamadonadidio, o algo así, soltó el tipo cuando Murat se lo comentó. “¿A Galicia, excelencia?”, y el otro, “como lo oyes, Antoñito”"...

martes, 12 de enero de 2010

Lo que pasa por dejarlo todo para última hora


Preparación. Cualquier relato del Día-D hablará largo y tendido de su prolongada y meticulosa preparación. Unidades especiales, puertos artificiales, kilómetros de fotos aéreas, tanques diseñados ex profeso, millones de toneladas de pertrechos y hasta revistas francesas de geología… “Estáis a punto de embarcaros en una gran cruzada, en preparación de la cual nos hemos esforzado todos estos meses”. Así comenzaba Eisenhower su orden del día para el Día-D. Mentía como un bellaco.